El nombre de “Islas Canarias” lo asociamos a playas paradisiacas; tranquilidad y reposo; cumbres y paisajes volcánicos en contraste con vegetación exuberante y frondosa; clima cálido; gente tranquila, generosa, noble y amable.
En cuanto a su gastronomía, podríamos decir que en sus orígenes, los platos eran austeros, sencillos y con materias primas muy reducidas.
Desde comienzo del siglo XVI las tierras canarias recibieron gentes muy plurales llegadas de diferentes zonas de la Península (Extremeños, gallegos ,vascos, mallorquines, asturianos…) así como de otros países (portugueses, magrebíes, holandeses, italianos..) y por supuesto del “Nuevo Mundo”.
Todos estos flujos han influido en la gastronomía local, ampliando la variedad y riqueza de platos pero conservando sus orígenes.
Cada isla tiene sus recetas diferenciadas, pero los productos base en su preparación son similares.
En la comunidad Canaria podemos disfrutar de
El Gofio, es una de las bases de la alimentación. Se utiliza en desayunos, purés y postres.
Las Papas arrugadas
Los Mojos “rojo” y “verde”.
Pata de cerdo asada.
Carajacas
Conejo en salmorejo
Cabrito embarrado
Ropa vieja
Suculentos pescados:
Sancocho Caldo de pescado
Cherne, Vieja, Sama…
Postres:
Leche asada
Frangollo
Bienmesabe
Huevos mole…
Y magníficos quesos y vinos locales.