En el noroeste de la Península Ibérica, se encuentra la Comunidad Autónoma de Galicia. No necesitamos señalización, para saber que entramos en tierra gallegas, pues notaremos una sensación de cambio en el ambiente, una luz diferente y un singular aroma. Nos envuelven colores suaves, cielos difuminados y un color verde-húmedo.
Gente recia, tenaz, luchadora, no gustan de lejanías ni frialdades y disfrutan del rito de sentarse a la mesa, mucho más allá del simple placer gastronómico.
La cocina gallega es, sin duda, una de las más ricas del mundo y se caracteriza, básicamente, por la sencillez de su elaboración. No necesitan muchos artificios pues la materia prima es de excelente calidad.
Es curioso, que pese al amor por la buena mesa y el disfrute de ella, no es hasta finales del siglo XIX, cuando aparecen las primeras menciones, en la literatura, a la cocina gallega con Ángel Muro y posteriormente con la magnífica Emilia Pardo Bazán, Néstor Luján, Álvaro Cunqueiro…
Mariscos, pescados, carnes y vegetales acompañados de vinos y quesos son la base para la elaboración de platos variados y sabrosos.
La huerta ha sido la posesión más importante del paisano gallego, pequeña y cercana al hogar. Integrado en la huerta está el ganado: ternera, cerdo, conejo o gallinas Y por supuesto todo esto frente al mar con su gran riqueza en pescados y mariscos.
Detallar todos los platos sería imposible. Me quedo con:
Caldo gallego
Pulpo “a feira”, Veiras, Mejillones, Almejas a la marinera, Percebes, nécoras… y todos los magníficos mariscos
Empanada de Zamburiñas, o de bacalao…
Lacón con grelos
Chorizo con cachelos
Callos con garbanzos
Chuletón de ternera gallega
Jarrete de ternera
Churrasco
Pimientos de padrón y sus insuperables patatas
Leche frita, Filloas, Tarta de Santiago, Tarta de Queso, Cuajada
Y magníficos quesos y vinos.
¡Feliz día!